En este año pasado, los hoteles han ganado la mano a las viviendas vacacionales. Mientras que los alojamientos hoteleros repuntaron un 2%, la ocupación de pisos turísticos de redujo un 4%. Se trata de la primera caída que sufren las viviendas vacacionales desde que irrumpieron en el mercado de las plataformas online de comercialización, allá por 2009.
Desde la asociación Exceltur achacan el cambio de tendencia a la proliferación de normativas locales en plazas como Palma, Barcelona, San Sebastián o Bilbao, en un intento por frenar su auge, y con el argumento de que su proliferación afecta de forma directa al precio de los alquileres atradicionales y a la convivencia vecinal en los principales centros de las ciudades.
Sin embargo, diferentes voces apuntan a que, dado que los pisos turísticos se encuentran en enclaves muy céntricos y a que tienen un peso reducido en el parque de viviendas de alquiler, su impacto en el precio de los arrendamientos es muy limitado. Además del sector del alquiler vacacional, que asegura que sin esta alternativa España perdería turismo en favor de otros destinos, también defienden esta teoría otros organismos comoel Banco de España o Competencia, que además de asegurar que no afecta a los precios ha advertido a algunos ayuntamientos de que las regulaciones restringen la libre competencia.